Un refrán más específico que dice así: «Deja la carne un mes, y ella te dejará tres».
Hace referencia a las relaciones sexuales, dando a entender que la conducta reiterativa y compulsiva anula la voluntad y acrecienta el deseo, mientras que la abstinencia reduce esa necesidad y permite recuperar el control de la voluntad. Por ello, reafirma que el vicio llama al vicio, y la virtud a la virtud.